domingo, 9 de septiembre de 2012

30. CAMINO AL CONGRESO

HISTORIAS DE UN SHUCUY
30. CAMINO AL CONGRESO
Hace cuatro años participé en un curso de liderazgo político, como preámbulo a lo que sería un Diplomado de Participación Ciudadana y Democracia organizado por el Congreso de la República. Sentí que era importante incursionar en la vida política para tener la oportunidad de servir a los demás y qué mejor oportunidad de asistir a un curso de liderazgo y diplomado gratuitos.
En la inauguración del evento, en donde estábamos reunidos más de seiscientos participantes,  se presentaron las autoridades de la provincia, un representante del Congreso de la República y el Alcalde de Huánuco. No sabía qué tenía que hacer el alcalde de otra jurisdicción, pero también fue presentado como auspiciador del evento. Luego de la inauguración, se hizo notar su presencia y en su discurso ofreció, a quienes logren aprobar el diplomado, un viaje a la ciudad de Lima para visitar el Congreso de la República, con gastos pagados de pasaje, alojamiento y alimentación. Ante esta oferta tentadora, todos los presentes ovacionaron al alcalde huanuqueño.
Personalmente, me sentí motivado para culminar con éxito el diplomado y tener la oportunidad de conocer el Congreso de la República, al igual que los demás participantes. Pero, con el transcurrir de los meses, cada vez éramos menos, doscientos, cien, cincuenta, treinta y finalmente trece. Solamente trece participantes culminamos el diplomado. Nos reunimos con el coordinador del diplomado para ver cuándo sería el viaje, nos dio la dirección de la representante del alcalde de Huánuco y nunca obtuvimos respuesta. El alcalde había mentido a más de seiscientas personas en Tingo María.
Posteriormente, nos enteramos que había hecho la misma oferta a los huanuqueños que participaban del mismo diplomado que se llevaba en forma paralela en esa ciudad. También culminaron trece participantes, según el coordinador del Congreso de la República, y nos quedamos con las ganas de viajar. 
Han trascurrido cuatro años y me pregunto ¿Por qué tengo que esperar voluntades ajenas? Por qué tengo que esperar la voluntad de personas que cuando son autoridades buscan notoriedad entre la población y llegan al extremo de ofrecer cosas que no van a cumplir.
Esto me hace recordar a un candidato a Congresista por Huánuco que ofreció un arpa a una mujer muy humilde que se gana la vida cantando en los caseríos de la provincia. Lo ofreció, en un programa televisivo de Tingo María, un arpa para mejorar sus presentaciones artísticas y como perdió las elecciones, nunca le entregó el arpa a esta mujer que creía en la palabra de un político.
He reflexionado sobre la posibilidad de ir al congreso, ya no de visita, sino en representación de la provincia de Leoncio Prado. Hacer realidad nuestras aspiraciones de desarrollo humano sostenible para tener oportunidades de estudio, trabajo y superación, en contraste con la delincuencia, narcotráfico, drogadicción e inseguridad.
Espero tener la oportunidad de participar en política para ser digno representante de una región que me brindó las condiciones favorables de desarrollo personal, familiar y social. Ya que durante muchos años no hemos tenido la suerte de tener congresistas que legislen en favor del valle del Alto Huallaga. Seguimos realizando actividades económicas primarias de extracción de madera, y cultivo de cacao, café, plátanos, arroz, maíz,… para venderlos como materia prima, ignorando que vivimos en tiempos de industrialización y tercerización de la economía mundial.
Creo en la población de Aucayacu y Tingo María, ciudades que conocen mi trayectoria, para cumplir un sueño frustrado por un político que ofrece pan y circo a su población. Y usted amigo lector ¿cree que un shucuy del siglo XXI merece la oportunidad para hacer realidad nuestros sueños de desarrollo sostenible?

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